La música clásica ha discriminado a las mujeres, de ellas, se creía salía de su boca el peligro y demasiada sensualidad. Las mujeres como Clara Schumman tuvo que dejar el piano para que su marido, Robert Schumann se dedicara a su arte. pero no solo por él sino por los ocho hijos y todas las tareas que se esperaba que cumpliera en aquella época.
Hay muchas mujeres discriminadas en la música clásica, pero como padres o miembros de la sociedad, tenemos la obligación y la capacidad de revertir esta tendencia, nos dice Claudia Ortiz.




