La extensión del coronavirus por todo el planeta y su conversión en una pandemia ha movilizado al mundo científico para la obtención de una vacuna o una medicina que combata y neutralice la enfermedad. Aún son muy diversos los frentes de estudio, y con frecuencia leemos y escuchamos noticias de países que han iniciado incluso las pruebas en seres humanos.
Mientras tanto, información va y viene sobre medicamentos que podrían ayudar a detener o reducir los efectos dañinos del coronavirus en los pacientes infectados y reducir su letalidad. Algunos mandatarios han llegado incluso a avalar el uso de algunas medicinas y hasta confiesan haberlas usado ellos mismos, como es el caso de los presidentes de Brasil y Estados Unidos, quienes avalan el uso de la Hidroxicloroquina.
Pero hay una droga en particular que ha dividido opiniones entre médicos y científicos, pues, aunque su uso ha sido aprobado por diferentes países, en el tratamiento de la Covid-19 en su etapa temprana, instituciones como la Organización Panamericana de la Salud y la FDA (la agencia federal estadounidense de alimentos y medicamentos) lo desaconsejan para esta situación.
Se trata de la Ivermectina: una droga que ha sido usada durante 40 años en tratamientos antiparasitarios tanto en humanos, como en animales.
Fue una droga revolucionaria en la década de 1980, precursora de un nuevo grupo de agentes antiparasitarios. Inicialmente fue comercializada para uso en animales y se convirtió en el medicamento veterinario más rentable del mundo.
En 1985 los franceses demostraron su utilidad para tratar la oncocercosis en África, y comenzó a utilizarse en tratamientos para humanos, aunque en dosis diferentes al uso en veterinaria.
Actualmente, el fármaco es usado para combatir algunas enfermedades tropicales, como la llamada ceguera de los ríos.
Consultado por SBS español, el médico Carlos Lozada, explica que la ivermectina es un medicamento que, usado bajo supervisión médica, en tratamientos antiparasitarios, no presenta riesgos.
La Ivermectina es un medicamente tradicional que se usa alrededor del mundo para el control de parasitosis, con un buen perfil de seguridad, porque los efectos secundarios o efectos de toxicidad son relativamente bajos.
El galeno explica que actualmente hay 26 grupos de investigadores a nivel mundial investigando la efectividad de la ivermectina en relacion con el Covid-19.
La mayoría están en primera fase de estudios, donde se investiga el medicamento en cultivos de células, en un ambiente controlado, en laboratorios, y con cultivos de células en monos, pero aún no hemos llegado a la experimentación con humanos.
Esas investigaciones se llevan a cabo también en Australia, concretamente en la Universidad de Monash, en Melbourne, donde los científicos detallaron que una sola dosis de ivermectina "podría detener el crecimiento del SARS-CoV-2 en un cultivo celular, erradicando de manera efectiva todo el material genético del virus en un plazo de 48 horas".
Los científicos recalcaron, sin embargo, que las pruebas para el estudio se realizaron "in vitro" y que es necesario hacer los ensayos pertinentes, antes de autorizar su uso en humanos.
El próximo paso ahora, señala la universidad en un comunicado, "es determinar la dosis humana correcta", asegurándose de que la necesaria para tratar eficazmente el virus "in vitro" es de un nivel seguro para las personas.
Sin embargo, ante el brutal avance del Covid-19 en América Latina, muy pronto países como Ecuador y Bolivia tomaron la decisión de autorizar el uso de la ivermectina en el tratamiento contra el coronavirus.
EN Colombia el uso de la ivermectina ha sido desautorizado como tratamiento contra la covid 19, pero el alcalde de Cali la tercera ciudad del país, el médico Jorge Iván Ospina, tomó su propia decisión y dio luz verde al procedimiento.
Ante esta situación, la Organización Panamericana de la Salud emitió un comunicado en el que estipula que los resultados de la eficacia de la ivermectina “no son suficientes para indicar que será beneficiosa desde el punto de vista clínico para reducir la carga viral en pacientes con covid-19” y cita:
La Organización Panamericana de la Salud compiló una base de datos de evidencia de posibles terapias para la COVID-19, para la cual se realizó una revisión rápida de todos los estudios humanos in vitro (laboratorio) e in vivo (clínicos) de COVID-19 publicados de enero a mayo del 2020. Esta revisión concluyó que los estudios sobre ivermectina presentan un riesgo elevado de sesgo, muy poca certeza de la evidencia y que la evidencia existente es insuficiente para llegar a una conclusión sobre sus beneficios y sus daños.
La falta de una regulación precisa, en cuanto al uso de esta medicina, en relación con su aplicación en el tratamiento contra la covid-19 ha abierto el camino para que la misma sea utilizada por profesionales de la medicina en varios países, que la consideran segura para sus pacientes.
El médico Carlos Lozada explica que en Australia esta clase de medicamentos están regulados bajo un estricto control, cosa que no ocurre en algunos países de América Latina, por lo que recomienda que antes de proceder con cualquier tratamiento relacionado con la Covid-19, el paciente busque asesoría médica.
En el manejo de la ivermectina es muy importante conocer el manejo de las dosis y sus formas de presentación. No es recomendable bajo ningún punto de vista que los pacientes adquieran el medicamento y lo administren por su propia cuenta.
Finalmente, Lozada recuerda que en Australia la Ivermectica está aprobada, "pero la indicación es para tratar casos de parasitosis, especialmente en la piel y los médicos no estamos autorizados para prescribir Ivermectina como parte del tratamiento integral del Covid".
Tenga en cuenta:
Las personas en Australia deben dejar al menos 1,5 metros de distancia entre los demás.
Verifique las restricciones de su estado.
Si tiene síntomas de un resfrío o una gripe, quédese en casa y sométase a una prueba de detección de COVID 19, llamando a su médico o a la Línea directa de información de salud sobre el coronavirus: 1800 020 080.