Puntos destacados:
- El intento de Jamie Oliver de romper el récord de la clase de cocina más grande del mundo implicó enseñar a miles de personas en múltiples lugares cómo hacer pasta fresca con salsa de tomate.
- El evento tuvo como objetivo ilustrar la filosofía de Jamie de que las habilidades básicas de cocina son esenciales para el bienestar de las personas y deben ser parte de la educación de cada niño.
- El evento del famoso chef logró batir el récord tras la participación de un total de 10.515 personas provenientes de seis continentes, 42 países y más de 500 escuelas.
- Una de las escuelas que participó era Viewbank Primary en Melbourne, Australia,y la persona que impulsó el esfuerzo desde este rincón del mundo fue una madre mexicana llamada Rubi Segura.
Sinopsis
Con la intención de mostrar a los niños lo fácil que es preparar comidas y desarrollar su confianza en la cocina, el equipo de marketing del chef británico, Jamie Oliver, invitó a participantes del mundo a reunirse en persona o a través de un enlace de Zoom en el sitio de la Escuela de Cocina del famoso chef en Londres para tratar de batir el récord mundial de la clase de cocina más grande del mundo.
El objetivo era promover la idea de que todas las personas deberían aprender a cocinar y saber más sobre los alimentos que consumen con el fin de promover la importancia de la nutrición y de entender cómo manejar un presupuesto.
Anteriormente este título pertenecía a Partnership for Health en Polonia en 2015, así como un récord separado, también celebrado en 2015, en China con 6.334 participantes.
Pero el 1 de julio de 2025 este récord fue batido por el evento mundial de cocina de Jamie Oliver, donde participaron un total de 10.515 personas provenientes de seis continentes, 42 países y más de 500 escuelas.
Una de estas escuelas fue Viewbank Primary en Melbourne, Australia, y la persona que impulsó el esfuerzo desde este rincón del mundo fue una madre mexicana llamada Rubi Segura, quien decidió mover montañas para que una comunidad se uniera para tratar de batir un récord Guinness mundial.
El desafío no se llevó a cabo en un estudio de televisión ni en un restaurante de lujo. Fue en la cocina educativa de Viewbank Primary School, donde estudiantes y sus familias, entre ellos varias familias mexicanas y exalumnos, se pusieron el delantal y cocinaron juntos.
Rubi explicó a SBS Spanish que lo que realmente se cocinó ese día fue mucho más que pasta con salsa de tomate: se cocinó comunidad, conexión, esperanza y los "niños aprendieron un montón en el proceso¨.