Sinopsis:
Los ocho miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) acordaron en una declaración "establecer la Alianza Amazónica de Combate a la Deforestación", además de reforzar su cooperación contra el crimen organizado en la región y de fomento al desarrollo sustentable.
Se trata de "un primer paso, pero no trae decisiones concretas, es una lista de promesas", criticó Marcio Astrini, secretario ejecutivo de la coalición ambientalista Observatório do Clima, con sede en Brasil.
Es una cumbre regional, pero de interés planetario. Los líderes de Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela acuden porque debido a la deforestación, la Amazonía se encamina a un punto sin retorno, a partir del cual emitirá más carbono del que absorbe.
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Hasta el momento se han talado ilegalmente millones de hectáreas para hacer lugar a pastos para el ganado y campos de soja, entre otras afectaciones.
Ambientalistas culpan al gobierno del derechista brasileño Jair Bolsonaro, de la creciente deforestación durante los últimos cuatro años, aunque el político dijo en la ONU que la selva no es el pulmón del mundo.
La Amazonía comprende más de 7 millones de kilómetros cuadrados, es hogar de 47 millones de habitantes, de los cuales dos millones pertenecen a unos 500 pueblos indígenas. El dirigente indígena Raoni Metuktire, confirmó a France24 que ya sufren los efectos de la destrucción.
Según la no gubernamental Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada, ya se ha transformado un 26 % del bosque en la región, queda intacto 33 % de ese espacio, y el resto se encuentra en una horquilla entre bajo y alto riesgo de degradación.
Además, el monitoreo del Pacto Andino Amazónico revela que en el 70 por ciento de los bosques amazónicos opera el crimen organizado, según el investigador Bram Ebus, citado por France24.
A la cumbre amazónica también fueron invitados representantes de los gobiernos de Indonesia, República del Congo y República Democrática del Congo, países poseedores de grandes superficies de bosque tropical.
También acudió Francia, cuyo departamento de ultramar Guayana Francesa tiene una pequeña porción de la Amazonia. También asisten representantes de Alemania y Noruega, países contribuyentes del Fondo Amazonia para proyectos de conservación.