Puntos destacados:
- En estas elecciones presidenciales hondureñas no hay segunda vuelta, por lo que el ganador se dirimirá tras el conteo total de votos de la elección del domingo.
- Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), el empate técnico favore al candidato Asfura con 39.91 por ciento respecto a Nasralla que registra 39.89 por ciento.
- La jornada electoral estuvo marcada por la intervención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en sus redes sociales amenazó con retirar el apoyo económico a Honduras si su favorito, Asfura, pierde las elecciones.
Con el 57 por ciento de las actas escrutadas y una participación cercana al 64 por ciento del padrón, Honduras amaneció expectante y dividida sobre su elección presidencial.
El conteo avanza lentamente y los resultados preliminares muestran un empate técnico entre el ultraderechista Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional, y el conservador Salvador Nasralla, del Partido Liberal, separados por apenas 515 votos.
Según el Consejo Nacional Electoral (CNE) el empate técnico favore al candidato Asfura con 39.91 por ciento respecto a Nasralla que registra 39.89 por ciento.
Hasta ahora, el candidato Nasry Asfura no se ha declarado vencedor de las elecciones.
En Honduras no existe balotaje: el candidato con más votos en primera ronda se convierte en presidente, aunque no alcance mayoría absoluta.
En este escenario, cada acta pendiente puede definir el rumbo político. Las más decisivas provienen de zonas rurales favorables al Partido Nacional. En áreas urbanas, como Tegucigalpa y San Pedro Sula, el candidato Nasralla más es fuerte.
La jornada electoral estuvo marcada por la intervención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en sus redes sociales amenazó con retirar el apoyo económico a Honduras si su favorito, Asfura, pierde las elecciones.
Trump señaló a Nasralla y Moncada como “enemigos de su administración”.
Trump incluso anunció el indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico en EE.UU., elevando aún más la polémica.
Sus palabras generaron reacciones en un país marcado por la migración y la dependencia de la cooperación con Washington.
El Consejo Nacional Electoral de Honduras dispone hasta el 30 de diciembre de 2025 para oficializar resultados.
Por otra parte, la derrota del Partido Libre marca un retroceso para la izquierda hondureña y abre un nuevo ciclo político.
En el mapa continental, gobiernos pro-Trump como El Salvador, Ecuador y Argentina buscan alineamiento pragmático, mientras que críticos como México y Colombia mantienen distancia.
El nuevo presidente de Honduras asumirá el 27 de enero de 2026 para un periodo de cuatro años. Este proceso se inscribe en la historia democrática reciente iniciada en 1981, tras dos décadas de gobiernos militares.
En el calendario latinoamericano de 2025 solo queda pendiente el balotaje presidencial de Chile, el 14 de diciembre, entre la comunista Jeannette Jara y el anticomunista José Antonio Kast.
Ese desenlace será otro termómetro regional de giro o continuidad política en un continente dividido entre proyectos conservadores cercanos a Trump y gobiernos progresistas que buscan contrapesos.








