Para Jessica Ramos, cuya hija de cuatro años y medio padece alergias a cinco alimentos diferentes y sus derivados, es muy importante celebrar una semana sobre las alergias alimentarias, pues a veces el desconocimiento de esta condición hace que las personas aíslen a quienes la padecen, sin saber que esta acción puede hacer aún más daño que la propia alergia.
Una alergia alimentaria es una respuesta del sistema inmunitario a una proteína alimentaria que el cuerpo erróneamente cree que es dañina. Cuando una persona ingiere un alimento que contiene esa proteína, el sistema inmunológico libera cantidades masivas de sustancias químicas, lo que desencadena síntomas que pueden afectar la respiración, el tracto gastrointestinal, la piel, e incluso el corazón.
Los signos y síntomas de alergia a determinados alimentos pueden ser leves, moderados o graves. Una reacción alérgica puede incluir ronchas, hinchazón de los labios, la cara y los ojos, de la lengua, de la garganta; así como dolor abdominal, vómitos, dificultad para respirar, mareos persistentes, e incluso la persona puede llegar colapsar. En algunos casos la respuesta del organismo a una alergia alimentaria puede ser fatal.
Australia tiene una de las tasas más altas de alergias alimentarias en el mundo y la incidencia está aumentando a un ritmo alarmante. La cifras señalan que uno de cada 10 bebés nacidos en este país desarrollará una alergia alimentaria potencialmente mortal.
Algunos niños llegan a superar esa alergia; sin embargo, algunas personas desarrollan su alergia alimentaria durante su vida adulta, sin importar que hayan comido ese alimento sin ningún problema durante muchos años.
Esta semana se celebra la Semana de la Alergias e Intolerancias Alimentarias en Australia y Jessica Ramos comparte con la audiencia de SBS en Español cómo ha sido este proceso de aprendizaje.
