Por esta misma fecha el año pasado, Selwyn Lemos y Ben-Foo Leong se encontraban en Parque Belmore en Sydney marchando hacia lo que, ellos esperaban, sería su última campaña por el matrimonio igualitario en Australia. Y lo fue.
Días después, el 15 de noviembre de 2017, fue anunciado que Australia había votado ‘Sí’ al matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Haber sido parte de la batalla por la igualdad ha sido muy significativo para nosotros. Ahora tenemos [matrimonio igualitario] y se siente bien,” dice Ben-Foo a SBS News, desde el mismo parque en el que él y su ahora-marido sienten que ayudaron a cambiar la historia.
“Miramos hacia atrás y tenemos buenos recuerdos,” dice Selwyn.
“Hace año fuimos parte de una gran demostración por el voto ‘Sí’. Nos reunimos aquí y marchamos por George Street hacia el Parque Victoria. Se sentía muy bien el ver que había tanto apoyo popular, no sólo de la comunidad gay, sino que toda la comunidad. Muchos amigos heterosexuales estaban con nosotros ese día,” dice.

Selwyn and Ban Foo meet in 1997 in Singapore. Source: Supplied
Un año después, ese apoyo no ha disminuido, incluso a medida que el ímpetu popular detrás del voto ‘Sí’ se ha alejado de los titulares de las noticias.
Este mes, la pareja de Selwyn y Ben-Foo, con 21 años juntos, se casaron con la presencia de docenas de familiares y amigos, muchos de los cuales viajaron desde el otro lado del mundo para atestiguar el esperado evento.
Fuera de las sombras
La pareja no tuvo reservas.
Luego de una ceremonia secreta de compromiso en Singapur, donde vivieron antes de mudarse a Australia en 2003, finalmente tuvieron la oportunidad de celebrar en grande.
“Es tiempo de gritar y chillar. Esto es lo que hemos estado esperando por 21 años y podíamos hacerlo finalmente y estar en igualdad de condiciones con todos los demás,” dice Selwyn.
Selwyn dice que siempre ha habido un estigma en contra de las parejas del mismo sexo en su país de origen, Singapur, donde la homosexualidad es aún considerada ilegal.
“Allí teníamos que esconder nuestra relación, no podíamos hablar sobre nosotros como pareja y eso significaba una carga muy pesada para nosotros. ¿Por qué teníamos que actuar como si fuéramos criminales?, pregunta.
“Tener una ceremonia con un oficial de bodas y hacer votos es considerado ilícito,” dice Ben-Foo, quien nació en Brunei.
“Es potencialmente peor allí porque es un país musulmán. La ley no es distinta, también se criminaliza la homosexualidad, y [los homosexuales] vivimos en las sombras todo el tiempo”.
“Parte de la razón por la cual nos mudamos a Australia es porque vimos que había una mejor posibilidad de vida aquí,” dice.
Para su boda australiana, no pudieron haber elegido un lugar mas icónico y público que la Sydney Opera House.
“No podría haber salido mejor. Todavía estamos eufóricos de la fiesta. Fue un salón lleno de amor y apoyo (…), fue un evento hermoso,” dice Selwyn.
La legalización del matrimonio igualitario completó su sueño de vivir una vida feliz, juntos para siempre en Australia.
“Este [país] es nuestro pequeño Somewhere over the rainbow’ para usar un cliché. Fue algo que pensamos se convertiría en un hogar para nosotros y ahora con la esta guinda de la torta, que finalmente se ha reconocido nuestra relación, ha sido todo lo que podríamos esperar,” agrega.
Un año después
Después de 23 previos intentos por parte de una mezcla de partidos políticos, el 15 de noviembre del año pasado, el senador del Partido Liberal Dean Smith introdujo un proyecto de ley que enmendaría la ley de matrimonio (Marriage Act) para redefinir el acto como “la unión de dos personas”.
La ley fue aprobada por el Parlamento el 7 de Diciembre y recibió la aprobación real el día siguiente. Desde entonces, un total de 5,420 matrimonios del mismo sexo se han llevado a cabo en Australia.
“2018 ha sido un año increíble para la celebración del amor, de hecho, ha sido el año más demandado para matrimonios del que hay registro,” dice el oficial de matrimonios Stephen Lee.
Este año, he hecho 132 matrimonios y 54 de ellos han sido para parejas del mismo sexo, lo que representa un 40 por ciento de mis negocios. Es claramente una cantidad muy grande,” dice.
Poco más de 7,8 millones de australianos votaron en la consulta popular voluntaria, de los cuales 61.1 por ciento dijeron ‘Sí’ y otro 38.4 por ciento dijo ‘No’.
“Saber que Australia estuvo de nuestra parte hace una tremenda diferencia,” dice a SBS el miembro del parlamento independiente de Nueva Gales del Sur, Alex Greenwich, una voz prominente en la campaña del ‘Sí’.
El soporte a nuestra comunidad nunca ha sido más alto, agrega el mismo.
Pero no todos celebran
El candidato del Partido Conservador de Queensland Lyle Sheldon, que hizo una fuerte campana en contra del matrimonio igualitario por el voto ‘No’, dice que la legislación para el matrimonio del mismo sexo es utilizada como arma en las leyes anti-discriminación, y, por lo tanto, ha comprometido la libertad de discurso en Australia.
“[La legalización del matrimonio del mismo sexo] le ha permitido a activistas utilizar las leyes anti-discriminación en contra de aquellos que creen y siempre creerán que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y que siempre quieren vivir acorde a esta creencia, ya sea individualmente o en comunidad, y ser libres de poder expresar esto en público sin miedo a tener que ser llevado ante la Comisión de Derechos Humanos.”