Puntos destacados:
- El primer ministro Anthony Albanese pidió una reforma de las Naciones Unidas para hacer frente a los "viejos y nuevos" desafíos mundiales.
- Fue la primera vez que se dirige a la Asamblea General.
- Utilizó la plataforma mundial para proponer que Australia tuviera un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.
- El Consejo de Seguridad tiene cinco miembros permanentes: China, Francia, Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos.
El primer ministro Anthony Albanese pidió una reforma de las Naciones Unidas para hacer frente a los "viejos y nuevos" desafíos mundiales al dirigirse a la Asamblea General por primera vez.
Utilizó la plataforma mundial para proponer que Australia tuviera un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, al tiempo que expuso su amplia agenda de política exterior en materia de seguridad regional y acción climática.
"Las Naciones Unidas son mucho más que un escenario en el que las grandes potencias pueden vetar las ambiciones de las demás", afirmó en su primer discurso de líder ante la ONU.
"Esta es una plataforma para que las potencias medianas y las naciones pequeñas expresen sus aspiraciones y las conviertan en realidad. Por eso Australia busca un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2029-2030".
Australia ocupó por primera vez un puesto temporal en el Consejo de Seguridad de la ONU en 1946, y su mandato más reciente fue en 2013-2014.
Al retomar una candidatura lanzada originalmente por el gobierno de Turnbull en 2015, Albanese afirmó que Australia estaba lista para desempeñar su papel en la reforma del organismo y fortalecerlo si resultaba elegida para un sexto mandato.
El Consejo de Seguridad tiene cinco miembros permanentes: China, Francia, Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos.
Los diez países elegidos para un mandato de dos años son Argelia, Dinamarca, Grecia, Guyana, Pakistán, Panamá, Corea del Sur, Sierra Leona, Eslovenia y Somalia.
La ONU corre el riesgo de "perder la confianza", dice el primer ministro, al denunciar a Irán
Albanese instó a la unidad entre los miembros de la ONU para hacer frente a los desafíos globales del cambio climático, así como para poner fin a las guerras en Gaza y Ucrania, o correr el riesgo de perder la confianza pública.
"Si nos resignamos a la idea de que la guerra es inevitable o nos relegamos a la condición de espectadores desinteresados", afirmó.
"Si nuestra única respuesta a cada crisis es insistir en que no hay nada que podamos hacer, corremos el riesgo de que no se nos confíe en nada".
Destacó la expulsión del embajador de Irán en Australia por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial para ilustrar la necesidad de fuerza ante la "cobardía, destinada a sembrar el miedo".
La decisión se produjo después de que las agencias de seguridad descubrieran que Irán había dirigido dos ataques antisemitas en Australia, incluido el atentado incendiario contra la sinagoga Adass Israel en Melbourne el pasado mes de diciembre.
"Expulsamos al embajador iraní de Australia", dijo Albanese.
"Y aquí en las Naciones Unidas, le decimos al mundo, que no hay lugar para el antisemitismo".
Albanese pintó el panorama de un entorno global altamente inestable e instó a las naciones a actuar de manera colaborativa para contra los dictadores, los tiranos, los regímenes opresivos y las autocracias.
"Y si alguna vez nos hemos dado el lujo de imaginarnos que las infracciones del derecho internacional no son de nuestra incumbencia, o que los conflictos y la agitación en otra parte del mundo no podrían afectarnos, esos días han quedado atrás", afirmó.
A diferencia de su presidente estadounidense, Donald Trump, quien esta semana calificó el cambio climático de "la mayor estafa jamás perpetrada contra el mundo", Albanese lo calificó de "amenaza existencial".

El primer ministro Anthony Albanese y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se reunirán en la Casa Blanca el mes que viene. Source: Supplied / Instagram
El primer ministro reafirma los llamamientos a un alto el fuego
Albanese también ha destacado la decisión de su gobierno de reconocer la condición de Estado palestino, uniéndose a los líderes del Reino Unido, Francia, Canadá y Portugal que lo calificaron de estado soberano a principios de esta semana.
El primer ministro reafirmó los llamamientos de Australia a favor del alto el fuego, el flujo de ayuda a Gaza y la liberación inmediata de los rehenes israelíes capturados por el grupo militante Hamás el 7 de octubre de 2023, así como la expulsión de Hamás en el plan para un futuro del estado.
"Estamos decididos a 'salvar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra'... "y vivir juntos en paz como buenos vecinos", dijo Albanese, citando la carta de la ONU que Australia ayudó a redactar hace 80 años.