La capacidad y la opción de trabajar desde casa se han convertido en una necesidad para muchos miembros de la fuerza laboral australiana, especialmente desde el punto álgido de la pandemia de COVID-19.
Según un estudio reciente, levantarse arrastrándose de la cama y caminar unos segundos hasta el ordenador para iniciar sesión, lo que también se conoce como "teletrabajo", podría tener beneficios para la salud mental de algunos trabajadores.
Investigadores de la Universidad de Melbourne analizaron los datos de la encuesta anual sobre Hogares, Ingresos y Dinámica Laboral (HILDA, por sus siglas en inglés) de los años 2002 a 2023 para hacer un seguimiento del trabajo y la salud mental de más de 16.000 trabajadores.
Los años 2020 y 2021 no se incluyeron en el estudio, ya que la salud mental de las personas podría haberse visto más afectada por la pandemia de la COVID-19.
Un aspecto importante del estudio fue examinar si los efectos del trabajo desde casa y el tiempo de traslado diferían entre las personas con una salud mental buena y una mala.
En cuanto al trabajo híbrido, esto supuso un importante impulso para el bienestar de las mujeres, pero solo en situaciones particulares.
Cuando las mujeres pasaban algún tiempo en el lugar de trabajo o en la oficina cada semana y trabajaban desde casa, se observaban los mayores beneficios en materia de salud mental.
Los avances fueron comparables a los de un aumento del 15 por ciento en los ingresos de los hogares.
En el caso de las mujeres con problemas de salud mental, los arreglos laborales flexibles se tradujeron en una mejor salud mental.
El estudio señaló que reducir el estrés laboral y ayudar a las mujeres a compaginar el trabajo y la vida eran otros beneficios de trabajar desde casa.
Para los hombres, trabajar desde casa no tuvo un efecto mensurable en la salud mental, ni positivo ni negativo.
El informe mencionó que esto podría deberse a la división desigual de las responsabilidades domésticas y de cuidado, que recaen de manera desproporcionada en las mujeres y limitan su movilidad espacial.
Se descubrió que los trabajadores con problemas de salud mental eran más sensibles a los viajes largos al trabajo y tenían más probabilidades de beneficiarse de acuerdos laborales flexibles.
En el caso de las mujeres que viajaban al trabajo, no se observó ningún efecto detectable. Sin embargo, para los hombres, los viajes más largos equivalían a una peor salud mental para quienes ya tenían problemas.
En el caso de los trabajadores que no tienen problemas de salud mental, los desplazamientos y el trabajo desde casa no tienen un gran impacto en ellos. Sin embargo, es posible que aún valoren la flexibilidad, según el estudio.
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