Puntos destacados:
- El ataque de tiburón ha provocado la muerte de una mujer y heridas en las extremidades inferiores a un hombre que permanece estable.
- Se trata del segundo ataque mortal de un tiburón en menos de tres meses en NSW.
- El debate sobre cuál es la mejor manera de proteger a los bañistas sin dañar a otras especies animales se aviva tras ambos incidentes.
La policía estatal ha confirmado que dos personas han sido atacadas por un tiburón a primera hora de la mañana de este jueves. Una de las víctimas es una mujer que ha fallecido en el lugar.
Los servicios de ambulancia informaron a AFP que un hombre sufrió graves lesiones en las piernas y fue trasladado en helicóptero al hospital en estado estable.
Steven Pearce, director ejecutivo de Surf Life Saving NSW, lo ha descrito como "un incidente realmente terrible".
"Esta zona es tan remota que no hay ningún servicio de socorrismo", ha comentado Pearce a la emisora de radio local 2G.
Los servicios de emergencia fueron avisados sobre las 6:30 de la mañana y acudieron al lugar del ataque, el cual se produjo cerca de una playa en Crowdy Bay, a unos 250 kilómetros al norte de Sídney.
Desde 1791 se han producido más de 1280 incidentes con tiburones en Australia, de los cuales más de 250 han resultado mortales, según una base de datos sobre encuentros entre estos depredadores y seres humanos.
En septiembre, un gran tiburón blanco mató a un surfista en una popular playa de Sídney.
El hombre, que dejó esposa e hija pequeña, perdió "varias extremidades" y su tabla de surf quedó partida en dos, según informó la policía.
Los océanos de Australia están repletos de escualos, y los tiburones blancos encabezan la lista de especies que pueden atacar mortalmente a un ser humano.
Sin dejarse intimidar, los australianos acuden en masa al mar: una encuesta de 2024 reveló que casi dos tercios de la población realizaron un total de 650 millones de visitas a la costa en un solo año.
El debate sobre cuál es la mejor manera de proteger a las personas de los tiburones es un tema delicado en el país.
Las autoridades han adoptado un enfoque múltiple: despliegan drones, colocan rastreadores acústicos a los tiburones para que puedan ser detectados por boyas de escucha cerca de las playas más populares, alertan a la población en tiempo real con una aplicación móvil y colocan redes tradicionales.
Los investigadores afirman que la vida de los tiburones también necesita protección.
A nivel mundial, alrededor del 37 por ciento de las especies oceánicas de tiburones y rayas están ahora clasificadas como en peligro o en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, una base de datos de especies amenazadas.
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