Ante Morales se levanta el centrista Carlos Mesa, único rival capaz de forzarlo a un inédito balotaje en estos comicios en el que están habilitados para sufragar unos 7,3 millones de bolivianos.
El mensaje del expresidente Mesa, experiodista de 66 años, es, según dijo en su cierre de campaña, retomar el cauce democrático.
Los últimos sondeos dan ventaja con márgenes estrechos a Morales, que estaría lejos de arrasar como lo hizo desde su primer triunfo en 2006 y en dos reelecciones sucesivas en las que avasalló a sus adversarios. Un sondeo de la universidad estatal le da 32,3% al mandatario y 27% a Mesa.
Frente a esa posibilidad, Morales apuntó en el último tramo de su campaña toda su artillería para estirar la diferencia y mantener la hegemonía en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), como en sus últimos dos mandatos, lo que le valió imponer sus políticas a discreción.
Morales cerraba así su campaña defendiendo los ideales socialistas que encarna
La decisión de Morales de volver a postularse es mal vista por un segmento de la población y fuertemente criticada por la oposición, que cree que si gana Bolivia va camino hacia una autocracia.
Morales, de 59 años, se vio favorecido por un fallo del Tribunal Constitucional que lo habilitó en 2017 para una reelección indefinida, alegando que se trata de su derecho humano, un año después de perder un referendo que consultaba a la población sobre el tema.
El presidente saliente hizo campaña electoral exhibiendo los logros económicos de su gestión, que convirtieron a Bolivia en uno de los países con mayor crecimiento de la región.
Medidas como la nacionalización de los hidrocarburos en 2006 le dieron cuantiosos recursos al Estado y le permitieron mejorar la distribución del ingreso en beneficio de los sectores populares.
Para el escritor y analista argentino Atilio Borón, Evo Morales encarna el milagro boliviano, según dijo en su cuenta Twitter.
Por su lado, la oposición atacó los flancos más débiles del gobierno como el despilfarro, la corrupción, la inseguridad, el creciente tráfico de drogas y su alianza con Venezuela, Cuba e Irán. Pero sobre todo, los detractores de Morales le achacan lo que el director del Instituto Interamericano por la Democracia, el abogado exiliado boliviano Carlos Sánchez Berzain, llamó una dictadura democráctica.
En estos comicios, Evo Morales está arropado por el bloque boliviariano del ALBA y el Foro de Sao Paulo, así como con las críticas del Senado estadounidense y más de una veintena de mandatarios de la llamada Iniciativa Democrática de España y las Américas.
Las elecciones en Bolivia, antesala a otros dos comicios en Argentina y Uruguay, son claves para la región latinoamericana, que recientemente fue sacudida por las protestas indígenas y tiene a Venezuela en una larga crisis. Una victoria de Evo Morales podría consolidar la fuerza del Socialismo del siglo XXI.
En los ojos del exembajador de Bolivia en Estados Unidos, Jaime Aparicio, esto sería desastroso, de acuerdo a sus declaraciones a Voz de América.
Seguiremos informando sobre los comicios bolivianos en Hora 13 de SBS.
Con información de AFP y diversos usuarios de Twitter.