Miles de trabajadores de la construcción del área metropolitana de Melbourne y de algunas zonas de la región de Victoria se han quedado sin trabajo tras las protestas, a las que la policía respondió con balas de goma y múltiples detenciones.
La acción, que atrajo a unas 500 personas a la sede de la CFMEU, se organizó para oponerse a un mandato del gobierno de Victoria que exige que todos los trabajadores de la construcción hayan recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19 antes del 23 de septiembre.
Hoy martes cientos de manifestantes protestaron de nuevo, gritando mensajes en contra de la vacunación, marchando de manera constante por el CBD de Melbourne, enfurecidos por los cierres.
El Tesorero y Ministro de Relaciones Laborales, Tim Pallas, dijo que la decisión de cerrar las obras de construcción en Melbourne, Ballarat, Geelong y los distritos de Mitchell y Surf Coast durante quince días era una respuesta al "incumplimiento generalizado" en toda la industria.
El gobierno también citó el comportamiento en los lugares de trabajo y en las calles al tomar su decisión.
En su conferencia de prensa diaria, el gobierno de Victoria dijo que había 443 casos activos de COVID-19 repartidos en 186 obras de construcción.
El tesorero Tim Pallas dijo que el 50 por ciento de las obras inspeccionadas no cumplían los requisitos de seguridad, por lo que el cierre era necesario por motivos de salud pública.
Entrevistado: Alejandro Vargas, trabajador de la construcción en Melbourne.