El impuesto especial sobre los carburantes se redujo a la mitad en Australia para aliviar las presiones del coste de la vida, pero el nuevo gobierno dijo que no tenía más remedio que devolverlo a su tasa normal.
Sin embargo, el regulador de la competencia advierte que tomará medidas contra los minoristas de carburantes a los que se descubra cobrando de más de lo debido.
En marzo, el anterior gobierno de coalición redujo a la mitad el impuesto que se aplica a cada litro de combustible vendido en Australia, pasando de 44,2 a 22,1 céntimos.
Los precios subieron bruscamente por encima de los dos dólares el litro a principios de este año tras la invasión rusa de Ucrania.
Pero esta reducción le costó al gobierno más de cinco mil millones de dólares en ingresos perdidos, dinero que se utiliza para mantener y mejorar las carreteras.
A partir de la medianoche (28 de septiembre) se reintrodujo el impuesto especial completo.
Los proveedores pueden fijar sus propios precios, pero el coste del combustible en el surtidor suele fluctuar en función de los precios al por mayor.
Por cierto, el impuesto especial sobre el combustible ha aumentado en 25,3 céntimos el litro -frente a los 22,1 céntimos- debido a la indexación y al GST.
Se espera que la mayoría de los conductores no vean un aumento en el precio durante unos cinco días mientras el combustible más barato permanezca en el sistema.
El organismo regulador de los consumidores de Australia afirma que vigilará de cerca a los minoristas para detectar cualquier indicio de cobro excesivo.
El recorte costó unos 5.600 millones de dólares de pérdida de ingresos, según las estimaciones del gobierno.
Eso es con la reducción del impuesto a la mitad durante sólo seis meses.
Pero el cambio podría costarnos también de otras maneras.
Se espera que la reintroducción del impuesto especial sobre el combustible presione al alza la inflación.
El Tesoro estima que la inflación general anual aumentará un 0,25 por ciento en el trimestre de diciembre de este año.
Todo ello en un momento en que el Banco de Reserva ha aumentado repetidamente los tipos de interés en un intento de frenar la inflación.
Sobre el impacto de este aumento tanto para el gobierno como para el consumidor, conversamos con el economista en Sydney, Charlie Ríos.








