Puntos destacados:
- La medusa ‘Irukandji’ sólo tiene el tamaño de una uña, pero puede causar un enorme sufrimiento.
- Estas medusas diminutas y translúcidas son responsables de entre 150 y 200 picaduras al año en Australia, la mayoría en el norte de Queensland.
- Expertos en medusas dicen que es necesario hacer más para crear conciencia sobre los peligros y gestionar el riesgo de las picaduras.
Australia se encuentra en plena temporada de picaduras marinas, con una serie de afecciones por contactos con la medusa ‘Irukandji’ cerca de Cairns, más avistamientos del pulpo de anillos azules en Sydney y Perth, y 'botellas azules' apareciendo en lugares inusuales.
Los expertos en medusas dicen que es necesario hacer más para crear conciencia sobre los peligros y gestionar el riesgo de las picaduras.
Estas medusas diminutas y translúcidas, con sus tentáculos suavemente brillantes, son responsables de entre 150 y 200 picaduras al año en Australia, la mayoría en el norte de Queensland.
La ‘Irukandji’ sólo tiene el tamaño de una uña, pero puede causar un enorme sufrimiento.
En general, las víctimas experimentan un dolor agónico y síntomas psicóticos leves, conocidos como síndrome de Irukandji, durante varias horas, y luego se recuperan.
Pero alrededor del 20% acaba en cuidados intensivos con problemas cardíacos, y para algunos el dolor es tan intenso que se les induce o caen en coma.
En Australia se han confirmado dos muertes, pero los expertos afirman que la cifra real es probablemente mayor.
Estas aguamalas son transportadas por las corrientes de las aguas tropicales, que las arrastran hacia las costas septentrionales de Australia todos los veranos, junto con la tristemente célebre medusa caja, que ha matado a unas 80 personas desde que se tiene constancia de su existencia.
Pero el profesor asociado Jamie Seymour, de la Universidad James Cook, afirma que estos patrones pueden estar cambiando en correlación con las aguas oceánicas más cálidas, causados por el cambio climático.
“Parece que cada vez hay más gente que sufre picaduras en la zona de la isla Fraser. Hemos visto un aumento progresivo en su distribución meridional en los últimos 15 o 20 años, pero los datos son realmente confusos al respecto”. afirma.
La Dra. Lee-ann Gershwin, investigadora de medusas de la Universidad de Tasmania, afirma que hace tiempo que se producen picaduras de Irukandji en aguas meridionales, y que la cuestión de la migración de las medusas es más complicada.
Sin embargo, ambos científicos coinciden en la necesidad de tomar más medidas para gestionar mejor el riesgo de picaduras.
Actualmente, las señales de advertencia alertan a los bañistas de los peligros de las picaduras e instan a los bañistas a llevar trajes de baño integrales durante los meses de verano.
Y las playas del extremo norte de Queensland están protegidas con redes, una medida que ha reducido drásticamente el número de picaduras de medusa desde los años ochenta.
La Dra. Lee-Ann Gershwin afirma que los gobiernos y el turismo deben tomarse el problema más en serio.
La gente va a la playa a pasar un rato divertido y seguro, sólo quieren divertirse. No son expertos en medusas peligrosas. No saben qué buscar. Puede que ni siquiera sepan que hay Irukandji en la playa donde están nadando. Se merecen algo mejor que un simple "estarás bien compañero.Dra. Lee-ann Gershwin, investigadora de medusas de la Universidad de Tasmania.
La médica dice que el número de medusas caja en Queensland NO se redujo por el ciclón tropical Jasper y las fuertes tormentas de este año, lo que indica que el número podría haber sido mucho mayor. Y pide que se investigue una floración inusualmente grande de medusas ortiga en torno a la isla Canguro, frente a Australia Meridional, y la presencia por primera vez de medusas azules en la bahía Storm Bay de Tasmania.
También está el pulpo de anillos azules, que se encuentra por toda Australia.
Su veneno contiene una neurotoxina que, según algunos investigadores, es 1.000 veces más potente que el cianuro, pero debido a su naturaleza tímida, las picaduras y muertes en Australia son muy raras.
En cuanto al mejor tratamiento para las picaduras marinas, la comunidad científica también tiene opiniones divergentes al respecto.
El Consejo Australiano de Reanimación recomienda usar vinagre en los trópicos, donde suelen encontrarse los aguijones mortales, y enjuagarse con agua de mar o agua caliente para las picaduras menos peligrosas fuera de los trópicos.
Lo más importante es avisar a los socorristas y buscar ayuda médica lo antes posible.
Australia en Español habló con el socorrista de Gold Coast, Queensland, Fernando Claro, quien recalca que es importante no tocar las medusas, ya sea en el agua o si parecen muertas en la playa, ya que su contacto con nuestra piel puede producir irritaciones o consecuencias mayores.
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