Las amenazas informáticas que plantean los avances tecnológicos están siempre un paso o dos por delante de los usuarios y los servicios de inteligencia.
La Oficina Australiana de Estadísticas estima que en 2014 hubo más de 1,6 millones de australianos que fueron víctimas de fraude cibernético personal.
En medio de esta compleja realidad, tener un problema idiomático puede ser un gran impedimento a la hora de identificar las amenazas.
¿Cuáles son entonces los peligros del ciberespacio y cómo podemos proteger nuestra privacidad en línea?