En la primavera de 2019, cuando pisó por primera vez Ayr, una localidad azucarera remota del noreste australiano con poco más de 8,300 habitantes, el ecuatoriano Yhovany Torres buscaba una aventura y una oportunidad de trabajo a través de su visa de vacaciones y trabajo. Iba acompañado de un amigo a ese lugar porque le habían dicho que allí encontraría trabajo.
Pero, “nada más al llegar al pueblo vimos que no había gente, parecía un pueblo fantasma. El primer día sí que fue duro porque me tocó lo que para mí es los más difícil, que es recoger pepino. Acabas sufriendo mucho de la espalda”, recuerda Yhovany, al contar su experiencia en la recogida de fruta y verduras a SBS Spanish.
Lo que siguió fueron días duros de trabajo que comenzaban a las 5 de la madrugada hasta las 2 de la tarde y descansos en una vivienda compartida con otros mochileros como él.
Puntos destacados:
- Este año hay casi un 37% menos de personas con visas de trabajo temporales en Australia.
- Ante la crisis del COVID-19, el perfil del mochilero trabajando en las granjas australianas cambió un poco y cada vez se ven más hispanohablantes.
- Los mochileros en las áreas regionales no solo impactan el trabajo en el campo australiano, hay otras industrias que también obtienen beneficios económicos directos por el arribo de estos trabajadores temporales.
“La primera semana tocaba madrugar mucho y estábamos muchas horas al sol”, relata este inmigrante temporal de 28 años, quien llegó a Australia bajo el programa Working Holiday Maker.
En septiembre, la temperatura media es de 23 grados, aunque los termómetros pueden elevarse hasta los 27 grados. Los mochileros necesitan tomar las precauciones necesarias para evitar ser víctimas del calor.
En las granjas se les dan muchas recomendaciones y cursos de inducción sobre seguridad industrial y salud ocupacional, precisa a SBS Spanish el colombiano Marco Aurelio Amaya Camargo, un agrónomo de la plantación Rocky Ponds Produce, en el estado de Queensland.

Yhovany Torres Source: Yhovany Torres
Los trabajadores están obligados a llevar un sombrero de ala ancha, camisetas con mangas, de preferencia largas, así como una botella de 2,5 litros de agua, precisa este experto que trabaja a más de 400 kilómetros de la ciudad de Cairns.
Al margen de las precauciones el trabajo es durísimo, aunque existen matices entre lo que puede ser la recogida de pepinos, calabazas (zapallos), chiles (ajíes o pimientos picantes) u otras frutas.
Todo depende de la maquinaria y la manera como se realiza la actividad.

Pueblo fantasma, pensó un hispano al llegar al pueblo de Ayr para la recogida de cultivos Source: Wikipedia
“Dependiendo del cultivo es como te pagan. Por ejemplo, los pepinos y los pimientos normalmente se paga por hora, en cambio los chiles se paga por lo que tú recojas. Si eres una persona muy rápida te conviene muchísimo más hacer por pieza”, explica el mochilero.
Yhovany también recordó que en su primer día de trabajo le tocó realizar uno de los trabajos más duros, recoger pepinos.
“Y sufre mucho la espalda”, comenta el ecuatoriano, que ahora prefiere recoger chiles y que le paguen por pieza y no por horas.
Por hora sacaría alrededor de $20,7 y por peso el equivalente a $30 la hora, por lo que la segunda opción es más atractiva. Incluso, si el mochilero es muy rápido puede ganar hasta unos $45, aunque muchos mochileros ambiciosos se mantienen a punta de agua y se quedan sin comer esas ocho horas para intentar llenar más sus bolsillos.
Pero el ganar mucho también depende de que el contratista, que media entre el trabajador y el empleador, les pague. A Yhovany le deben dinero por una labor ya hecha desde hace tiempo.
El ecuatoriano fue a quejarse a Fair Work, el regulador del empleo justo, pero no pudo hacer nada, porque el contratista que presuntamente lo estafó está fuera del país,.
“Probablemente los dueños de una empresa ponen a un titular y lo cambian porque si hay problemas”, explicó el mochilero al intentar darle sentido a su situación.

Yhovany Torres Source: Yhovany Torres
La COVID-19 empujó a más hispanos a irse a trabajar al campo australiano
La visa Working Holiday (subclase 417) y la visa Work and Holiday (subclase 462), permite a adultos jóvenes tener unas vacaciones de 12 meses en Australia, durante los cuales pueden realizar trabajos y estudios a corto plazo.
Usualmente quienes llegan a los campos australianos son jóvenes de Japón, China, Tailandia, Filipinas, España, Alemania y de otras partes de Europa, pero este año, ante la situación del COVID-19, el perfil del mochilero trabajando en las granjas australianas cambió un poco.
“Con el fenómeno del coronavirus este año sí nos hemos dado cuenta de que se ha movido un grupito un poco más grande de latinos que no pudieron trabajar en hostelería y se vinieron para acá”, señala Amaya Camargo.
El agrónomo destaca que los mochileros son una pieza clave en el trabajo del campo australiano, pues aunque la mayoría de las compañías tienen un equipo base de trabajadores, siempre se necesitan muchas manos al momento de cosechar los frutos.
“Por lo general los mochileros son los que hacen la cosecha o siembran las pequeñas plantas en el campo; hacen deshierbe, o también hacen el empacado de las frutas, dependiendo de la granja”.

Yhovany Torres Source: Yhovany Torres
Crisis por la COVID-19 y cierre de fronteras.
El número a la baja de personas dentro del programa Working Holiday Maker, más el cierre de las fronteras internacionales y la tímida apertura de las fronteras estatales han prendido las alarmas de muchos agricultores australianos.
Pero si bien el cierre de fronteras obligó a los mochileros a quedarse en un lugar, su reapertura los anima a desplazarse, lo que crea un vacío en la oferta de la mano de obra en las granjas, especialmente ahora que se viene la temporada de cosecha de frutas y verduras de la temporada.
“Ya se está viendo que los mochileros que estuvieron con nosotros ya quieren salir. Ya trabajaron y quieren sus vacaciones, incluso dentro de Queensland. Ya están empezando a salir y no están entrando tantos, se están yendo porque han completado su ciclo”, declaró el agrónomo colombiano.
La temporada mayor de cosecha se aproxima y miles de cultivos están a punto de requerir que alguien recoja los frutos a tiempo, para después empacarlos y enviarlos hasta la mesa de todos los hogares australianos. Pero este año hay casi un 37 por ciento menos de personas con visas de trabajo temporales, lo cual podría afectar el bolsillo de todos.
De acuerdo con el último Informe del Departamento de Asuntos Internos, al 30 de junio de este año había 85,691 personas con una visa bajo este esquema. Casi un 37 por ciento menos, comparado con mismo el periodo el año pasado.