Los candidatos en el estado de Victoria se alistan a redoblar esfuerzos en sus respectivas campañas electorales para asegurarse los votos necesarios que los lleven al poder en los comicios del sábado próximo.
Más de medio millón de personas, la mitad de los que están habilitados para votar, ya han sufragado antes de los comicios del sábado próximo que decidirá quién gobernará durante los próximos cuatro años a Victoria, un estado marcado por el crecimiento económico, la mejora de sus infraestructuras y por ser foco de atención de inmigrantes.
La campaña electoral se encendió el domingo cuando el premier de Victoria, el laborista Daniel Andrews, dijo que no realizará ninguna alianza con el Partido Verde si no se asegura una mayoría parlamentaria, que es requisito para formar gobierno, al acusar a esta formación política de tener un “problema cultural tóxico” frente a las mujeres.
El líder del Partido Verde, Richard di Natale, dijo que no se implicará en un cruce de palabras con Andrews, a quien acusó de intentar “obtener puntos con política barata” antes de los comicios en Victoria, en los que Matthew Guy lidera a la oposición liberal.
El Partido Laborista, en el poder, arremete esta campaña bajo el lema “Delivering for all Victorians”, en alusión al compromiso de gobernar para todos los habitantes de Victoria y brindarles los servicios que necesitan; mientras los liberales lo hacen con el lema “Get back in control”, que intenta posicionarse como un mejor gestor de las finanzas y servicios públicos.
El Partido Laborista tiene actualmente 45 de los 88 escaños de la Asamblea Legislativa de Victoria y la campaña tiene en la mira cuatro escaños claves del sureste de Melbourne : Bentleigh, Carrum, Frankston y Mordialloc. Allí los laboristas lideran con un margen de 2,1 por ciento o menos y son las cuatro jurisdicciones electorales que le arrebató a los liberales en 2014.
Los escándalos
Como en todos los comicios se ha dado muchos traspiés. Uno de ellos le costó la candidatura a un candidato liberal quien se retiró de la contienda por un polémico vídeo que estaba acompañado de la etiqueta +#MuslimBan, mientras que otra se retiró por las preocupaciones en torno a una colecta en favor de una organización que no había sido registrada, recuerda el politólogo Zareh Ghazarian, de la Universidad de Monash.
Ghazarian agrega que el Partido Verde también ha estado sumido en la polémica porque un candidato se retiró por unas publicaciones en las redes sociales en las que se jactaban de robar en las tiendas, mientras que otro candidato ha atraído las críticas por haber interpretado una canción “rap” sobre a una cita con violación.
La seguridad pública y otros temas claves
El centro del debate en esta campaña ha sido dominado por la seguridad pública, especialmente tras el ataque este mes en la calle Bourke y las preocupaciones sobre el problema de la violencia callejera atribuida a las pandillas africanas, además de los temas sobre los servicios que brinda el gobierno en materia de salud, educación, transporte y energía.
En materia de seguridad pública, los liberales intentan reforzar el mensaje que son mejores administradores de la ley y el orden en ese estado y su líder, Matthew Guy, tiene en mira los escaños marginales preocupados por la seguridad.
Pero tanto el primer ministro australiano, Scott Morrison, como el líder liberal en Victoria, Matthew Guy, fueron criticados la semana pasada por combinar su visita al café Pellegrini's Espresso Bar en Melbourne para rendir tributo a Sisto Malaspina, quien murió acuchillado en el ataque de Melbourne, con una rueda de prensa para prometer dar a los tribunales el poder de emitir órdenes de restricción de movimientos a los sospechosos de terrorismo.
El transporte público también ha sido importante y por ello el gobierno y los liberales han prometido inversiones millonarias en las vías ferroviarias, mientras que en Educación los laboristas se han comprometido a construir nuevas escuelas y mejorar las existentes y los liberales simplificar las políticas educativas y el currículum estatal.
El Partido Laborista también ha prometido dar tampones y toallas higiénicas gratuitas a las escuelas, así como atención dental gratuita a los escolares.
El Partido Liberal ha prometido por su parte un 40 por ciento de reembolso en refrigeradoras con eficiencia energética y 50 por ciento para los aparatos de televisión con eficiencia energética para alrededor de 40,000 y 850,000 titulares de pensiones, tarjetas de salud, de veteranos o concesiones.
Asimismo los liberales también han prometido construir una estación energética de 500 MW que sería impulsado por carbón marrón.
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