El primer ministro australiano, Scott Morrison, describió el sistema de reciclaje de Australia como una "estafa", y esta semana prometió ponerlo bajo la lupa como parte de un compromiso más amplio para hacer frente al creciente problema de los residuos del país.
El gobierno de Morrison presionará a todas las agencias del Estado o el Commonwealth para que le den un mayor valor a la compra de contenidos reciclados con el fin de impulsar la economía y los puestos de trabajo, de acuerdo a su discurso esta semana en la Cumbre Nacional del Plástico.
Morrison también prevé que antes del presupuesto que el gobierno federal trabajará con los estados y territorios para identificar y desbloquear las mejoras críticas de la infraestructura que llevarán a un cambio de paso en su capacidad de reciclaje.
El gobierno federal también intensificará sus esfuerzos para abordar el bajo índice de reciclaje de Australia, señalando una mayor inversión en infraestructura en el presupuesto de mayo para garantizar que pueda hacer frente a la acumulación de 1.400 millones de toneladas de residuos de plástico, papel, vidrio y neumáticos que se quedarán en casa.
“Sólo el 21% de los residuos plásticos que ponemos en nuestro contenedor amarillo para reciclar son realmente reciclados. Nos están estafando. Hay una promesa implícita. Tienes el contenedor, lo pones ahí, esperas que se haga lo correcto con él; y es importante que cuando tengamos programas para tratar con ese material, que esa promesa se cumpla - de lo contrario, la gente se dará por vencida y dejará de hacerlo y el problema empeorará", dijo.
De la basura que produce Australia, alrededor de ocho millones de toneladas de plásticos terminan en nuestros océanos.
Por otro lado, Australia está contra las cuerdas porque a partir de julio próximo las exportaciones de basura reciclable de 1,4 millones de toneladas que se hace a Asia terminarán.
La industria del reciclado de la basura se ha visto fuertemente presionada desde 2018 debido a que China, uno de los mayores importadores de residuos reciclables de Australia, impusiera estrictas restricciones a lo que se le enviaba.
La basura reciclable también es motor de la economía
La ministra del Ambiente, Sussan Ley, alentó al sector a adaptarse y buscar alternativas para que el reciclaje de la basura sea un motor de la economía.
"Construiremos la capacidad de procesamiento que significa que podemos comenzar realmente una economía australiana circular de extremo a extremo en el reciclaje. Estamos viendo nuevas corrientes limpias de desechos que se están produciendo a través de planes de depósito de contenedores y otras iniciativas y parte de nuestro trabajo consistirá en mejorar las instalaciones de reciclado de materiales".
Sólo el 8% de los 2.600 millones de dólares de los estados y territorios recogidos en los impuestos sobre los residuos durante el período 2018-19 se ha reinvertido en infraestructura y tecnología
El sector de los desechos en Australia emplea a unas 50.000 personas y genera más de 15.000 millones de dólares al año, y se estima que se crearían 9,2 empleos directos reciclando cada 10.000 toneladas de desechos que se envían a los vertederos.
El gobierno considera que por cada 10.000 toneladas de residuos enviadas a los vertederos, se crean 2,8 empleos directos. Pero si reciclamos los mismos residuos, se crean 9,2 empleos directos.
Se espera que el mercado mundial de plásticos reciclados crezca a un ritmo del 7,9% anual durante el próximo decenio - y que tenga un valor de casi 67.000 millones de dólares en 2025.
La basura y el cambio climático
Pero para el líder del Partido Verde, Adam Bandt, la propuesta del gobierno no es suficiente porque debe también limitarse el uso del plástico de un solo uso.
No tiene sentido poner más dinero en el reciclaje si se permite a la industria del plástico seguir bombeando plásticos de un solo uso. Si vamos a dar dinero para apoyar a la industria del reciclaje, es necesario que se haga de manera transparente y que la industria del plástico también dé un paso adelante y que prohibamos los plásticos de un solo uso".
En el sector empresarial, las grandes marcas como Nestle se han comprometido a recoger 750 toneladas del llamado plástico blando -como los paquetes de galletas- de 100.000 hogares, mientras que McDonald's prometió eliminar gradualmente sus cubiertos de plástico en favor de las versiones de madera.
El Partido Verde considera que los problemas con el plástico ponen de relieve el gran problema del cambio climático y por ello ha presentado un proyecto legislativo para combatirlo.
"Es hora de decir la verdad, declarar una emergencia climática, reunir un gabinete de guerra para actuar y la buena noticia es que si sólo tres liberales cruzan el piso este proyecto podría convertirse en ley."
El Partido Verde tiene el apoyo de la diputada independiente Zali Steggall.
"El proyecto de ley, la ley de cambio climático que tiene el apoyo de una gran cantidad de australianos que quieren ver políticas sensatas para hacer avanzar las cosas. Como dijo Greg Mullins en un mitin el domingo de 1500 australianos ‘silenciosos’ en el norte de Sydney, es hora de cruzar el piso por el clima", comentó Stegall al referirse al exjefe de los bomberos de Nueva Gales del Sur-
Es poco probable que el proyecto de ley de emergencia climática se apruebe sin el apoyo de la Coalición.