Puntos destacados:
- El domingo se celebraron en Argentina las elecciones legislativas provinciales.
- El partido de orientación peronista y de izquierda, Fuerza Patria, fue el gran ganador de las elecciones. La Libertad Avanza de Javier Milei fue derrotada en Buenos Aires y otras provincias.
- El gobierno de Javier Milei ha afrontado críticas por su desempeño económico y por supuestos escándalos de corrupción que involucrarían a su círculo más cercano en el poder.
La provincia argentina de Buenos Aires vivió una jornada electoral que dejó una señal clara. El presidente ultraderechista Javier Milei y su partido La Libertad Avanza fueron derrotados por más de 13 puntos en el distrito más poblado del país suramericano.
Fuerza Patria, la coalición peronista liderada por el gobernador Axel Kicillof, obtuvo el 47 por ciento de los votos mientras el partido de Milei alcanzó el 33 por ciento.
Este resultado no solo define el nuevo mapa legislativo provincial sino que también anticipa un cambio de clima político en Argentina para las elecciones nacionales en octubre próximo.
La elección se dio en un contexto de fuerte desgaste económico. El gobierno libertario había logrado reducir la inflación mensual, pero lo hizo con un ajuste fiscal que provocó caída del salario real, recortes sociales y aumento del desempleo.
Además, afectó la imagen del oficialismo el escándalo de corrupción que supuestamente involucraría a Karina Milei, hermana del presidente.
Audios filtrados del exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, revelaron una presunta red de sobornos vinculada a la compra estatal de medicamentos.
Analistas señalaron que el episodio tuvo impacto directo en el voto. El presidente Milei defendió la inocencia de su hermana.
A esto se sumó una campaña marcada por provocaciones, como el uso de la frase “Nunca Más” para atacar al kirchnerismo.
Esa consigna, que desde 1984 representa el rechazo al terrorismo de Estado, fue utilizada por Milei y sus seguidores en la campaña política, lo cual generó rechazo en organismos de derechos humanos, en votantes moderados y en sectores que consideran que ciertos símbolos democráticos no deben usarse como eslogan partidario.
Por tanto, las reacciones políticas fueron inmediatas.
Javier Milei reconoció públicamente la derrota y dejó claro que no cambiará el rumbo económico de su gobierno.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, también hizo autocrítica tras la derrota electoral del Gobierno en las elecciones legislativas bonaerenses frente al peronismo.
Desde el peronismo, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, celebró el triunfo diciendo que se trató de “una elección histórica” y destacó el trabajo de los intendentes y de los sindicatos.
Mientras, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple arresto domiciliario por una condena de seis años por corrupción en la causa Vialidad, salió al balcón de su domicilio para saludar a los seguidores que se congregaron espontáneamente.
La provincia de Buenos Aires tiene un valor político decisivo en cualquier elección nacional en Argentina. Con más de 14 millones de personas habilitadas para votar, representa cerca del 38 por ciento del padrón electoral del país suramericano.
Por eso, de cara a las elecciones nacionales del 26 de octubre, el resultado bonaerense cambia el panorama político de Argentina. Ese día se renovarán 127 bancas en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado. Por primera vez se usará la Boleta Única de Papel, un sistema que busca evitar el robo de boletas y garantizar mayor transparencia.