El Banco de la Reserva de Australia (RBA) se reunirá hoy y la mayoría de los economistas esperan que se reduzcan los tipos de interés en un cuarto de punto porcentual hasta el 3,6 por ciento, su tercera reducción este año.
Los economistas dicen que una inflación más baja y un crecimiento más débil del PIB son argumentos que favorecen otro recorte de tipos, lo que deja pocas opciones al RBA.
La inflación general cayó al 2,1 por ciento en mayo, frente al 2,4 por ciento registrado en abril, según la Oficina de Estadísticas de Australia.
La inflación media recortada, la medida preferida del RBA, también cayó a un mínimo de tres años y medio, del 2,4 por ciento en mayo, desde el 2,8 por ciento registrado en abril.
Devika Shivadekar, economista de la empresa de servicios financieros RSM Australia, dijo que las cifras de inflación del mes pasado fueron el factor decisivo detrás de una probable reducción de los tipos en julio.
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"Un crecimiento más débil del PIB, unas condiciones empresariales moderadas, una débil confianza de los consumidores y unas lecturas prudentes de la inflación apuntan a que las presiones sobre los precios se están desvaneciendo más rápido de lo que el Banco pensaba en un principio, por lo que esperar hasta agosto para hacer un recorte no tiene mucho sentido", expresa Shivadekar.
Argumentó además que es poco probable que los recortes proyectados de los tipos de interés tengan un efecto secundario en el aumento del gasto de los hogares.
"Incluso con los recortes anteriores, los hogares siguen siendo cautelosos. Las ventas minoristas se han mantenido moderadas y la gente parece estar ahorrando para cuando vengan tiempos de vacas flacas en vez de gastar dinero. Una tasa de efectivo más baja ayudará, pero otros motivos de preocupación, como la incertidumbre mundial y los posibles aranceles, están afectando al gasto", afirmó.
Sin embargo, algunos economistas siguen sin estar convencidos de un recorte de tipos en julio y creen que el RBA podría esperar hasta agosto.
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La economista jefe de Westpac, Luci Ellis, agregó que un recorte no es una "apuesta segura", pero la junta no tendría una razón clara para esperar hasta agosto, ya que incluso un resultado inflacionario de junio más alto de lo esperado probablemente cambiaría la ecuación.
"La decisión de recortar en julio depende del momento y la táctica, no de si se debe o no recortar o no", comentó el execonomista del Banco de la Reserva.
"Si la pregunta es si ahora o dentro de cinco semanas, el esfuerzo no vale la pena, asi que adelante", prosiguió.
Sin embargo, la economista independiente Sherman Chan dijo a la ABC: "El Banco de la Reserva ha dejado bastante claro que la serie trimestral del IPC [índice de precios al consumidor] es su medida preferida [de la inflación], por lo que existe la posibilidad de que esperen hasta los datos del IPC del trimestre de junio antes de tomar una decisión", señaló. "Eso sería en agosto".
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Si los bancos aprueban la reducción en su totalidad, el sitio web de comparación financiera Canstar estima que la tasa variable promedio para los propietarios ocupantes podría caer hasta alrededor del 5,55 por ciento.
Sally Tindall, directora de análisis de datos de Canstar, dijo que el recorte previsto es una señal de que Australia ha empezado a descender por la "montaña de la subida de tipos" que ha habido en los meses anteriores.
"Si bien el alivio que supone un recorte del RBA es razonablemente minúsculo en comparación con las 13 subidas anteriores, cuatro de las cuales se duplicaron, cada pequeña medida de presión es bienvenida. Un tercer recorte de los tipos de interés en efectivo en cuatro reuniones también confirmará una vez más que estamos en el otro extremo de la subida de tipos, afirmó.
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"Siempre que se produzca una reducción de los tipos, esperamos que los bancos den un paso adelante y la repercutan en su totalidad a sus clientes variables. Esto haría que el tipo variable medio entre propietario y ocupante cayera hasta situarse en torno al 5,55 por ciento; sin embargo, los prestatarios pueden y deben aspirar a un precio inferior", afirma Tindall.
Sin embargo, Canstar afirma que muchos prestatarios están optando por no quedarse con los ahorros.
"Solo el 10 por ciento de los clientes elegibles del Commonwealth Bank pidieron reducir sus adeudos domiciliados tras la reducción de mayo, mientras que el resto mantuvo los reembolsos sin cambios", indicó en un comunicado.
¿Seguirán cayendo las tasas este ejercicio financiero?
Shivadekar espera que la tasa de efectivo cierre el ejercicio en el 3,35 por ciento, lo que implica un recorte más tras la medida prevista para julio.
Dijo que si el gasto de los hogares se tambalea aún más, podría haber margen para un recorte adicional que elevaría la tasa hacia el 3,1 por ciento.
"Si nos fijamos en nuestros pares mundiales, vemos que son algo cautelosos y siguen respondiendo a las medidas de control de la inflación, pero el RBA está respondiendo a las condiciones locales, como la desaceleración del impulso del sector privado, la reducción del estímulo público y las perspectivas de China. Los tres son muy importantes para nosotros a nivel nacional".
Artículo realizado con información adicional de Australian Associated Press