Puntos destacados:
- En el caso de países como Uruguay, Chile, Brasil y Argentina, existe una clara tendencia hacia el envejecimiento.
- Chile, Uruguay, Costa Rica y Cuba tienen las tasas de fecundidad más bajas de la región con promedio de un hijo por mujer.
- Sin embargo, existe una mirada más optimista en el informe de Naciones Unidas que plantea que “Suele ser la consecuencia de una mayor equidad de género”.
Sinopsis:
América Latina ha disminuido su tasa de fecundidad y, en los últimos 50 años incrementó la población adulta mayor de manera similar a la que Europa registró en dos siglos, reveló la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos.
A través del estudio “Cambios en las estructuras demográficas, una mirada a la realidad latinoamericana”, la Universidad Pontificia de México precisa que América Latina y el Caribe están experimentando una transición demográfica reflejada por un proceso de envejecimiento acelerado.
En el caso de países como Uruguay, Chile, Brasil y Argentina, existe una clara tendencia hacia el envejecimiento, debido a que una parte importante de la población se concentra en edades más avanzadas.
América Latina registró la mayor caída de fecundidad a nivel mundial desde 1950, con una reducción del 68% hacia 2024, según el Banco Mundial.
Chile, Uruguay, Costa Rica y Cuba tienen las tasas de fecundidad más bajas de la región con promedio de un hijo por mujer.
El cambio más notorio se da en Chile con menos nacimientos.
Ante dicha situación, Chile registra más personas mayores y una esperanza de vida promedio de 81 años. Estos factores traen consigo desafíos para una población mayor que alcanza el 14 por ciento según datos del censo 2024.
Para Naciones Unidas, la llegada de los regímenes de baja fecundidad “es inevitable”. Entre los desafíos se encuentran la presión sobre el sistema de seguridad social que implica el envejecimiento de la población, la desaceleración del crecimiento poblacional e incluso la posibilidad de su declive en términos absolutos.
Sin embargo, existe una mirada más optimista en el informe de Naciones Unidas que estudia los desafíos de la baja fecundidad en América Latina y el Caribe. Plantea que “Suele ser la consecuencia de una mayor equidad de género, del control casi perfecto de la anticoncepción, de la expansión educativa y de mayores oportunidades laborales para las mujeres”.