PUNTOS DESTACADOS:
- Según las nuevas normas, los estudiantes deben asistir a la escuela con el uniforme completo, limpio y con el escudo institucional, además de un corte de cabello “adecuado”.
- Algunos padres de familia apoyan las medidas como una forma de recuperar el orden, otros temen que los castigos por incumplimiento —como trabajos comunitarios o suspensión— sean excesivos.
- Algunos jóvenes consideran que el enfoque militar “no resuelve los problemas reales” como el acoso escolar o la falta de materiales.
Las estrictas reglas de comportamiento que recién se implementaron en más de cinco mil escuelas públicas salvadoreñas son de carácter obligatorio y han generado un amplio debate por su enfoque marcadamente militar.
Según un memorándum oficial, los estudiantes deben asistir a los centros de enseñanza con el uniforme completo, limpio y con monograma institucional. El corte de cabello debe ser el “adecuado”, sin diseños ni tintes. También se ha prohibido el maquillaje, uñas postizas o pintadas.
Además, se pide que los alumnos ofrezcan un saludo respetuoso al personal docente, así como que realicen un ingreso ordenado y supervisado por los directores.
A esto se suma la instauración de los “lunes cívicos”, con izada de bandera, himno nacional y ponencias históricas. Cada escuela recibirá $300 para insumos como guantes blancos y banderas.
Esta semana, la ministra de Educación recorrió escuelas de San Salvador para constatar la aplicación de las nuevas medidas de disciplina.
Durante décadas las escuelas públicas en El Salvador enfrentaron el control territorial de pandillas como la MS-13 y Barrio 18. Estas organizaciones ejercían presión sobre estudiantes y docentes, afectando la seguridad, la asistencia y el rendimiento académico. El gobierno ha vinculado las nuevas medidas con la necesidad de evitar el resurgimiento de estos grupos en entornos escolares.
Ante las críticas a las nuevas normas, el presidente Nayib Bukele defendió las medidas en redes sociales, mostrando imágenes de jóvenes haciendo señas de pandillas.
Vicky de Alvarado, directora del Instituto Nacional Francisco Menéndez, calificó las medidas como “muy buenas” y aseguró que ya aplican controles similares. “Esto se va a hacer con más rapidez y se va a aplicar más”, dijo.
Mientras algunos padres de familia apoyan las medidas como una forma de recuperar el orden, otros temen que los castigos por incumplimiento —como trabajos comunitarios o suspensión— sean excesivos y afecten emocionalmente a los estudiantes.
Los colegios privados también están implementados medidas para el ingreso de los estudiantes y consideran necesario adecuar las leyes que restringen la autoridad de los docentes para hacer llamados de atención a los alumnos.
Sin embargo, muchos en el país están preocupados por la "militarización de la educación".
Algunos jóvenes consideran que el enfoque militar “no resuelve los problemas reales” como el acoso escolar o la falta de materiales. Otros ven en los “lunes cívicos” una oportunidad para fortalecer el sentido de pertenencia.