PUNTOS DESTACADOS:
- La medida ha provocado la suspensión de operaciones de por lo menos siete aerolíneas internacionales y la cancelación de más de 40 vuelos en una semana.
- Ya suman más de 3.500 pasajeros afectados en América Latina y Europa.
- Estados Unidos defendió la decisión de la Administración Federal de Aviación como necesaria para proteger a las aeronaves civiles.
El Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, principal puerta de entrada aérea a Venezuela, vive días de incertidumbre y parálisis. Tras la alerta de seguridad emitida por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, que advierte sobre “actividad militar irregular” en el espacio aéreo venezolano, las salas de espera se han llenado de pasajeros varados y vuelos cancelados.
La medida ha provocado la suspensión de operaciones de por lo menos siete aerolíneas internacionales y la cancelación de más de 40 vuelos en una semana, afectando a más de 3.500 pasajeros en América Latina y Europa.
En Maiquetía permanecen cerrados los mostradores de la línea aérea española Iberia, de TAP Air Portugal, de la colombiana Avianca, de la brasileña Gol, de la chilena LATAM, Aerolíneas Turcas y Aerolíneas del Caribe, mientras cientos de viajeros esperan reubicación o reembolso.
Según la Aerocivil de Colombia, al menos 1.500 pasajeros quedaron varados en Bogotá, y la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes (ABAV) estimó otros 2.000 afectados en Brasil y Chile. Aunque aerolíneas venezolanas como Laser Airlines y Estelar mantienen vuelos regulares, y compañías como Satena, Wingo y Copa Airlines continúan operando hacia Caracas, la conectividad internacional del país se encuentra gravemente limitada.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos defendió la decisión de la Administración Federal de Aviación como necesaria para proteger a las aeronaves civiles y recordó que la reciente designación del Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera refuerza la clasificación de Venezuela como un espacio de riesgo vinculado al narcotráfico y a sectores militares.
El secretario de Estado Marco Rubio asegura que Nicolás Maduro es un narcotraficante imputado en Estados Unidos y es un fugitivo de la justicia estadounidense.
Las reacciones han sido inmediatas y contrastantes. El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV), Humberto Figuera, calificó la medida como “excesiva” y advirtió que el aislamiento aéreo golpea la economía nacional y la movilidad de los ciudadanos.
Mientras, el gobierno de Nicolás Maduro denunció que la alerta responde a una “campaña de presión política” liderada por Washington y acusó a Estados Unidos de utilizar la seguridad aérea como herramienta de bloqueo.
Fuentes diplomáticas en Washington han advertido incluso sobre el posible lanzamiento de panfletos propagandísticos sobre territorio venezolano, como parte de operaciones psicológicas destinadas a presionar al gobierno de Maduro y reforzar el mensaje de aislamiento internacional.
En Irak, antes de la invasión de Estados Unidos en marzo de 2003, el Pentágono y la coalición desplegaron una campaña de guerra psicológica que incluyó el lanzamiento de millones de panfletos propagandísticos desde aviones.







