Puntos destacados:
- El gobierno de Javier Milei justifica la designación del teniente general Carlos Alberto Presti como ministro de Defensa, como una manera de poner fin a la estigmatización de las Fuerzas Armadas y un reconocimiento a su profesionalización en democracia.
- El nuevo ministro de Defensa de Argentina, Carlos Alberto Presti, es hijo del coronel Roque Carlos Presti, acusado de graves crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar, incluyendo secuestros, torturas y apropiación de bebés.
- La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, calificó la decisión como “una provocación” y advirtió que implica un retroceso democrático.
Sinopsis:
Tras la dictadura militar de 1976 a 1983, marcada por graves violaciones a los derechos humanos y más de 30.000 desaparecidos, la conducción civil del Ministerio de Defensa se convirtió en un símbolo de la transición democrática. Sin embargo, esta cifra fue negada por Milei desde su candidatura presidencial.
La Ley de Defensa Nacional establece que la conducción de la defensa corresponde al poder político civil y que los militares en actividad no deben ejercer cargos políticos. Sin embargo, la Constitución argentina reconoce al presidente de la República como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, lo que le otorga la facultad de mantener en funciones a un oficial en actividad sin exigir su retiro inmediato.
Pero, el exministro de Defensa, Oscar Aguad, sugiere que Presti debe pasar a retiro militar.
Mientras, el gobierno de Javier Milei justifica la designación del teniente general Carlos Alberto Presti como ministro de Defensa al presentar su nombramiento como el fin de la estigmatización de las Fuerzas Armadas y un reconocimiento a su profesionalización en democracia.
Carlos Alberto Presti ingresó al Ejército en 1984 y tiene más de 40 años de carrera y desde enero de 2024 se desempeñaba como jefe del Estado Mayor General del Ejército. Su nombramiento fue presentado por el gobierno como “el fin de la demonización de las Fuerzas Armadas”.
El nuevo ministro de Defensa de Argentina, Carlos Alberto Presti, es hijo del coronel Roque Carlos Presti, acusado de graves crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar, incluyendo secuestros, torturas y apropiación de bebés. Se lo vinculó con la desaparición de al menos 44 personas.
Por eso, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, calificó la decisión como “una provocación” y advirtió que implica un retroceso democrático.
Para analistas, el hecho de que un oficial castrense asuma la conducción política de la defensa en un país donde la dictadura dejó profundas heridas es más que un movimiento administrativo. Consideran que es un gesto político que reabre debates sobre democracia, memoria y el rol de las Fuerzas Armadas en América Latina.








